¿Cómo echar sal a la piscina?

Mantener una piscina limpia es importante, no solamente por un tema estético en cuanto a su agua cristalina, sino por brindarle disfrute, sí como higiene y seguridad, a quienes se bañen allí.

La sal para piscina está especialmente indicada para desinfectar el agua sin necesidad de usar tantos químicos. Básicamente la sal (NaCl) es cloruro de sodio y aquí es donde la química aparece para explicarnos que, cuando se convierte en hipoclorito sódico (NaClO), sirve como un desinfectante natural y potente contra las bacterias que se encuentran en las piscinas. Para que esta cloración salina pueda ocurrir es necesario, además de la sal, tener un clorador eléctrico, el cual, a través de la electrolisis, realiza este proceso de separación

Los beneficios principales de usar sal yacen en que no causa decoloraciones en telas y no es dañina para la piel; no produce alergias, ni irritaciones y a  su vez, esto representa una decisión respetuosa y noble hacia el medio ambiente.

Cómo echar sal a la piscina

Antes de echar la sal en la piscina es importante seguir una serie de pasos para que tenga un efecto óptimo:

Primero se deben calcular los metros cúbicos de la piscina, a través de esta fórmula matemática: Largo x Ancho x Profundidad media. Por ejemplo 10 m x 5 m x 1.5 m = 75 m3 (metros cúbicos).

En las piscinas las concentraciones de sal deben estar en un rango entre 4 ppm y 7 ppm, si la cantidad es menor de 4, el clorador no produciría la suficiente cantidad de cloro para mantener limpia la piscina y si rebasan los 7  las células electrolíticas se podrían estropear. Aclarado esto, se deben utilizar de 4 y 7 kilos de sal por metros cúbicos.

Si en la piscina, por ejemplo, se quieren mantener en 7 ppm los niveles, procederíamos a multiplicar 75 x 7 = 525 Kg. Tomando en cuenta que los sacos de sal normalmente los distribuyen en sacos de 25 kg, se necesitarían 525 / 25 = 21 sacos.
¿Cómo echar sal a la piscina?

Determine los niveles de salinidad:

Los test de ensayo son adecuados para esta medición. Si su piscina tiene ya tiene agua, mida la cantidad de sal. A esta cantidad solo tendría que sumar la diferencia. Por ejemplo, si al momento de medición, obtiene una concentración de 3 ppm, para llegar a siete, necesitaría 4 ppm. Volvemos a la fórmula anterior, calcule los metros cúbicos y ese resultado multiplíquelo por 4 y ese resultado divídalo entre 25 para obtener la cantidad de sacos a utilizar.

Al momento de echar la sal en la piscina deberá asegurarse de que primero esta caiga en lo más profundo y luego de allí, prender la bomba. Durante este proceso deberá esperar al menos unas veinticuatro horas, tiempo prudencial para saber que la sal ya se disolvió.

Es justo y necesario revisar cada cierto tiempo la cantidad de sal existente en la piscina, ya que se puede evaporar por diversos factores como relleno de agua o evaporación, por ejemplo.