La sal es capaz de transformar cualquier plato con su simple adición, esto es, sea el que sea el alimento que cocinemos, necesita su toquecito de sal para mejorar su sabor.
Ahora, ¿todos se salan igual?, ¿es lo mismo cómo apliquemos, y cuándo, la sal en el cocinado, incluso si los alimentos son tan diferentes como la carne y el pescado?
En ambos casos, saber añadir la sal marca la diferencia entre un plato ordinario y una comida que sorprende, y se sale de lo común, justo el tema del que te hablamos esta semana: consejos prácticos para salar correctamente la carne y el pescado.
¿Por qué es importante salar adecuadamente?
La sal no solo potencia el sabor de los alimentos, sino que también juega un papel crucial en la textura y resultado final de la carne y el pescado.
Salar de manera adecuada ayuda a retener los jugos naturales, prevenir la deshidratación y asegurar una cocción uniforme.
En cada caso, la forma de hacerlo es diferente, y te aconsejamos para que tengas una muy buena cogida en tu próximo plato.
Consejos para salar la carne
Escoge la sal adecuada, sal gruesa o sal en escamas para un mejor control y distribución, por ejemplo, no olvides que la fina se disuelve demasiado rápido, y no proporciona la misma textura.
Sala con anticipación, en cortes grandes, como un asado o un bistec, lo ideal es, al menos, una hora antes de cocinar, así penetra en la carne, mejora el sabor si la textura, de hecho salar la carne la noche anterior y dejarla reposar en el refrigerador, en casos concretos no era mala idea.
Hazlo de manera uniforme por todos los lados, no te dé miedo usar una cantidad generosa de sal, especialmente en cortes gruesos.
Después de salar, y antes de cocinar, deja que la carne repose a temperatura ambiente durante unos minutos, ayuda a que se cocine de manera más uniforme.
Consejos para salar el pescado
El pescado es más delicado que la carne, así que usa menos sal, una ligera capa es suficiente para realzar su sabor natural sin saturarlo y que lo pierda por completo.
A diferencia de la carne, el pescado se debe salar justo antes de cocinar para evitar que se deshidrate.
La sal marina fina, o las escamas de sal, funcionan bien para el pescado, por la razón que te dábamos antes, su rápida disolución, que, en este caso, favorece a una distribución uniforme.
Diferentes técnicas para salar alimentos
Existen varias técnicas para salar alimentos, entre las más destacadas están el salado en seco y la salmuera, cada una cuenta sus propios beneficios y aplicaciones específicas, veamos cómo utilizarlas correctamente:
01.-Salado en seco
Una técnica clásica que consiste en aplicar sal directamente sobre los alimentos, y que es muy útil para carnes, pescados y algunos vegetales.
La manera de hacerlo es muy sencilla.
- Selecciona la sal adecuada: utiliza sal gruesa o sal en escamas, que se distribuye mejor y proporciona una textura más atractiva.
- Prepara el alimento: que la superficie esté seca, tanto para la carne como para el pescado, sécalos con papel de cocina.
- Aplica la sal: una capa uniforme sobre toda la superficie, la cantidad depende del tamaño y grosor del alimento, como te comentamos antes, en el caso de piezas gruesas de carne, no temas ser generoso.
- Deja que repose: que haga su trabajo, en carnes gruesas, durante varias horas o incluso toda la noche, en pescados y vegetales, unos 15-30 minutos son suficientes.
- Como opción, antes de cocinar, elimina el exceso enjuagando el alimento bajo agua corriente y luego secándolo bien, ya depende de cuánto sabor salado prefieras.
02.-Salmuera
Una solución de agua y sal que se utiliza para sumergir los alimentos antes de cocinarlos, con ella se mantiene la jugosidad y mejora su textura, especialmente, en aves y ciertos cortes de carne.
Te dejamos aquí unos pasos para hacerlo:
- Prepara la salmuera: la proporción estándar es 1 taza de sal por cada 4 litros de agua, ajusta esta cantidad según el tamaño del alimento y el nivel de salinidad que busques.
Para mejorar el sabor, también puedes añadir azúcar (media taza por 4 litros de agua), hierbas, especias, ajo o cebolla a la salmuera.
- Disuelve la sal, calienta una parte del agua para disolver completamente la sal (y el azúcar si lo estás usando), luego, añade el resto del agua fría para que la salmuera esté a temperatura ambiente, o más fría, antes de sumergir los alimentos.
- Introduce el alimento completamente, bien cubierto, ayúdate de un peso o una tapa para mantenerlo sumergido si es necesario.
- El tiempo de la salmuera varía según el tamaño y tipo de alimento.
¿Cuándo es el mejor momento para aplicar la sal?
El momento adecuado varía según el tipo de alimento y el método de cocinado, en el caso de la carne y el pescado, como no podía ser de otra manera, también es diferente:
1. Carne
Salar la carne antes de cocinarla es una técnica muy utilizada para mejorar tanto el sabor como la textura.
Permite que la sal penetre profundamente, realza su sabor interno y ayuda a retener la humedad durante la cocción, más aún en el caso de cortes gruesos.
Salar la carne después de cocinarla también tiene sus ventajas, por ejemplo, para ciertos tipos de cocción rápida o para ajustar el sabor final.
Permite un control preciso del sabor, evitando el riesgo de una carne demasiado salada, es ideal para carnes a la parrilla o a la plancha, donde una capa consigue un recubrimiento crujiente en el alimento
2. Pescado
El salado previo es esencial para muchos tipos de pescado, sobre todo aquellos que se cocinan rápidamente, o que se benefician de una textura más firme.
Mejora su firmeza y textura, realza su sabor natural, y ayuda a eliminar el exceso de humedad, dando lugar a una piel más crujiente.
Salar el pescado justo en el momento de cocinar es, quizás, lo más habitual, para así mantener su sabor, mucho más delicado que el de la carne, y textura.
Cada tipo de alimento necesita de un salado adecuado, además de que, lo ideal, es utilizar el tipo de sal que más beneficie a sus características, ya sea fina, gruesa, en escamas o gourmet.
Cada una tiene su uso adecuado y dar con él consigue que el resultado sea el que merece el haberte pasado horas en la cocina.