No es casual que un día para la defensa del medio ambiente se denomine «madre tierra». En la antigüedad se adoraban a diosas madres, en general como símbolo de la fertilidad. En algunas ocasiones era la Madre Tierra la venerada. Se le daba gracias por todos los frutos y alimentos que proporcionaba. La representación física en las civilizaciones occidentales de esta Diosa va desde la Cibeles a Dione. La protección de la madre tierra debe ser un objetivo de todos los países del mundo. La preocupación por su «salud» debería ser la clave de todas las políticas internacionales.
En Sal Roca estamos muy concienciados con la sostenibilidad del planeta. Es por ello que nuestros métodos de extracción de la sal son cuidadosos y respetuosos con el medio ambiente. No en vano es la «madre tierra» la que nos ofrece el producto que comercializamos. Es responsabilidad de todos mirar por el medio ambiente, es nuestra casa y la de las futuras generaciones la que está en juego. La pervivencia de la raza humana depende de ello.
Día de la Madre Tierra
El pasado 22 de Abril se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra, un día que se celebra desde el año 1970. El objetivo del mismo es concienciar sobre problemas que afectan a la Tierra. Entre ellos la contaminación, la no conservación de la biodiversidad y los efectos dañinos de la superpoblación. EL origen del mismo data de 1968, con un Simposio celebrado en EEUU sobre Ecología Humana. A los dos años por la iniciativa del senador Gaylord Nelson se crea en EEUU la agencia ambiental. A raíz de su propuesta y de una multitudinaria marcha de presión a la que asisten numeras instituciones, desde Universidades, escuelas públicas, etc.
Quizás en el año 1990 coincidiendo con el 20 aniversario del mismo, fue cuando más y más impactantes fueron. Desde una recogida masiva de basura en el Everest. En ese evento se recogieron hasta dos toneladas de basura dejada en la emblemática montaña por las expediciones que intentan la conquista de su cima. El equipo de recogida fue formado por alpinistas Chinos, Estadounidenses y rusos. En Italia miles de personas bloquearon carreteras, fue su forma de protestar por la contaminación. Y en Francia se creo una cadena humana de 800 kilómetros que discurría en paralelo al Río Loira.