Salar carne y pescado

La sal es capaz de transformar cualquier plato con su simple adición, esto es, sea el que sea el alimento que cocinemos, necesita su toquecito de sal para mejorar su sabor.

Ahora, ¿todos se salan igual?, ¿es lo mismo cómo apliquemos, y cuándo, la sal en el cocinado, incluso si los alimentos son tan diferentes como la carne y el pescado?

En ambos casos, saber añadir la sal marca la diferencia entre un plato ordinario y una comida que sorprende, y se sale de lo común, justo el tema del que te hablamos esta semana: consejos prácticos para salar correctamente la carne y el pescado. 

¿Por qué es importante salar adecuadamente?

La sal no solo potencia el sabor de los alimentos, sino que también juega un papel crucial en la textura y resultado final de la carne y el pescado. 

Salar de manera adecuada ayuda a retener los jugos naturales, prevenir la deshidratación y asegurar una cocción uniforme.

En cada caso, la forma de hacerlo es diferente, y te aconsejamos para que tengas una muy buena cogida en tu próximo plato.

Consejos para salar la carne

Escoge la sal adecuada, sal gruesa o sal en escamas para un mejor control y distribución, por ejemplo, no olvides que la fina se disuelve demasiado rápido, y no proporciona la misma textura.

Sala con anticipación, en cortes grandes, como un asado o un bistec, lo ideal es, al menos, una hora antes de cocinar, así penetra en la carne, mejora el sabor si la textura, de hecho salar la carne la noche anterior y dejarla reposar en el refrigerador, en casos concretos no era mala idea.

Hazlo de manera uniforme por todos los lados, no te dé miedo usar una cantidad generosa de sal, especialmente en cortes gruesos.

Después de salar, y antes de cocinar, deja que la carne repose a temperatura ambiente durante unos minutos, ayuda a que se cocine de manera más uniforme.

añadir sal gruesa a una pieza de carne

Consejos para salar el pescado

El pescado es más delicado que la carne, así que usa menos sal, una ligera capa es suficiente para realzar su sabor natural sin saturarlo y que lo pierda por completo.

A diferencia de la carne, el pescado se debe salar justo antes de cocinar para evitar que se deshidrate.

La sal marina fina, o las escamas de sal, funcionan bien para el pescado, por la razón que te dábamos antes, su rápida disolución, que, en este caso, favorece a una distribución uniforme.

Diferentes técnicas para salar alimentos

Existen varias técnicas para salar alimentos, entre las más destacadas están el salado en seco y la salmuera, cada una cuenta sus propios beneficios y aplicaciones específicas, veamos cómo utilizarlas correctamente:

01.-Salado en seco

Una técnica clásica que consiste en aplicar sal directamente sobre los alimentos, y que es muy útil para carnes, pescados y algunos vegetales

Pieza de pesado con sal

La manera de hacerlo es muy sencilla.

  • Selecciona la sal adecuada: utiliza sal gruesa o sal en escamas, que se distribuye mejor y proporciona una textura más atractiva.
  • Prepara el alimento: que la superficie esté seca, tanto para la carne como para el pescado, sécalos con papel de cocina.
  • Aplica la sal: una capa uniforme sobre toda la superficie, la cantidad depende del tamaño y grosor del alimento, como te comentamos antes, en el caso de piezas gruesas de carne, no temas ser generoso.
  • Deja que repose: que haga su trabajo, en carnes gruesas, durante varias horas o incluso toda la noche, en pescados y vegetales, unos 15-30 minutos son suficientes.
  • Como opción, antes de cocinar, elimina el exceso enjuagando el alimento bajo agua corriente y luego secándolo bien, ya depende de cuánto sabor salado prefieras.

02.-Salmuera

Una solución de agua y sal que se utiliza para sumergir los alimentos antes de cocinarlos, con ella se mantiene la jugosidad y mejora su textura, especialmente, en aves y ciertos cortes de carne.

Te dejamos aquí unos pasos para hacerlo:

  • Prepara la salmuera: la proporción estándar es 1 taza de sal por cada 4 litros de agua, ajusta esta cantidad según el tamaño del alimento y el nivel de salinidad que busques. 

Para mejorar el sabor, también puedes añadir azúcar (media taza por 4 litros de agua), hierbas, especias, ajo o cebolla a la salmuera.

  • Disuelve la sal, calienta una parte del agua para disolver completamente la sal (y el azúcar si lo estás usando), luego, añade el resto del agua fría para que la salmuera esté a temperatura ambiente, o más fría, antes de sumergir los alimentos.
  • Introduce el alimento completamente, bien cubierto, ayúdate de un peso o una tapa para mantenerlo sumergido si es necesario.
  • El tiempo de la salmuera varía según el tamaño y tipo de alimento. 

¿Cuándo es el mejor momento para aplicar la sal?

El momento adecuado varía según el tipo de alimento y el método de cocinado, en el caso de la carne y el pescado, como no podía ser de otra manera, también es diferente:

 

Cocinero echando sal a carne

1. Carne

Salar la carne antes de cocinarla es una técnica muy utilizada para mejorar tanto el sabor como la textura. 

Permite que la sal penetre profundamente, realza su sabor interno y ayuda a retener la humedad durante la cocción, más aún en el caso de cortes gruesos.

Salar la carne después de cocinarla también tiene sus ventajas, por ejemplo, para ciertos tipos de cocción rápida o para ajustar el sabor final.

Permite un control preciso del sabor, evitando el riesgo de una carne demasiado salada, es ideal para carnes a la parrilla o a la plancha, donde una capa consigue un recubrimiento crujiente en el alimento

2. Pescado

El salado previo es esencial para muchos tipos de pescado, sobre todo aquellos que se cocinan rápidamente, o que se benefician de una textura más firme.

Mejora su firmeza y textura, realza su sabor natural, y ayuda a eliminar el exceso de humedad, dando lugar a una piel más crujiente.

Salar el pescado justo en el momento de cocinar es, quizás, lo más habitual, para así mantener su sabor, mucho más delicado que el de la carne, y textura.

 

Cada tipo de alimento necesita de un salado adecuado, además de que, lo ideal, es utilizar el tipo de sal que más beneficie a sus características, ya sea fina, gruesa, en escamas o gourmet.

 Cada una tiene su uso adecuado y dar con él consigue que el resultado sea el que merece el haberte pasado horas en la cocina.

 

sal con hierbas aromáticas

En el mundo de la cocina, la sal es un ingrediente fundamental que va más allá de, simplemente, realzar el sabor de esos platos que se preparan a diario, digamos que es un puente hacia una creatividad culinaria de la que cualquiera que se ponga delante de una cocina puede disfrutar.

Tan solo hace falta, para sorprender, enriquecer el sabor de nuestros guisos con la incorporación de plantas aromáticas a la sal.

El poder de las hierbas aromáticas en la sal

Las plantas aromáticas no solo añaden un toque de frescura y aroma, además, diferentes beneficios para la salud que acompañan ese tipo de plantas, según su procedencia

Te dejamos las más comunes, y que te va a resultar muy sencillo conseguir.

Sal de romero

El romero es una hierba versátil que agrega un sabor terroso y aromático a cualquier plato, para hacer sal de romero, simplemente mezcla sal marina con hojas de romero fresco, y deja que se seque. 

Perfecta para sazonar carnes a la parrilla, patatas asadas o incluso para dar un toque diferente a panes caseros.

Sal de tomillo y limón

La combinación de tomillo y limón es refrescante y llena de sabor todo lo que toca.

Para hacer esta sal, solo mezcla sal marina con hojas de tomillo fresco y ralladura de limón, y deja que seque, pruébala para dar un toque cítrico a pescados, pollo asado o vegetales a la parrilla.

Sal de menta y limón

La menta y el limón se complementan perfectamente, y dan lugar a una sal refrescante, como la anterior, al contener también limón y, además, con ese sabor a menta tan particular que aumenta aún más ese frescor.

Mezcla sal marina con hojas de menta fresca y ralladura de limón, y deja que se seque, luego, úsala para condimentar ensaladas de frutas, postres helados o incluso en cócteles creativos.

Sal de albahaca

La albahaca es conocida por su aroma dulce y ligeramente picante. 

Para hacer sal de albahaca, solo tienes que mezclar sal marina con hojas de albahaca fresca y dejar que seque, pruébala y nota como realza el sabor de ensaladas, pastas frescas o incluso empléala como condimento de tus pizzas caseras.

sal de albahaca

Crea tu propia sal condimentada en 7 pasos

Hemos visto que, en cada uno de los tipos anteriores, basta con mezclar ambos ingredientes y darles un tiempo para que sequen.

Ahora lo vamos a ver paso a paso, para que veas lo sencillo que es añadir un toque especial a la sal para condimentar tus guisos.

Paso 1: elige tus ingredientes

Decide qué tipo de sal deseas utilizar como base, aunque la sal marina gruesa es una opción popular, también tienes la sal kosher o sal de roca

Luego, elige tus hierbas y especias favoritas para añadir sabor y aroma a tu mezcla, aquí, te aconsejamos romero, tomillo, albahaca, pimienta negra, ajo en polvo, o incluso ralladura de limón o naranja.

Paso 2: prepáralos

Lava y seca, cuidadosamente, las hierbas frescas que vayas a utilizar, si utilizas hierbas secas o especias enteras, asegúrate de triturarlas, o molerlas ligeramente, para liberar sus aromas y sabores.

Paso 3: dosifícalos

En un tazón grande, combina la sal base con selección de hierbas, en una proporción que puede variar según tus preferencias, y el sabor que quieres que destaque, aun así, si no estás seguro, comienza con alrededor de una cucharada de hierbas por cada taza de sal.

Paso 4: mezcla muy bien

Usa tus manos, o una cuchara, para mezclar todos los ingredientes hasta que estén bien combinados, asegúrate de conseguir una distribución homogénea que logre una combinación equilibrada de sabores.

Paso 5: deja que reposen

Pasa la mezcla de sal condimentada a un frasco hermético, o un recipiente con tapa, y que repose durante al menos 24 horas, así consigues que los sabores se combinen e intensifiquen.

Paso 6: prueba y ajusta cantidades

Después de que la mezcla haya reposado, pruébala y ajusta los sabores según sea necesario, es el momento de decidir si prefieres una combinación más suave (añade más sal), o más intensa (añade más hierbas aromáticas).

7 ideas de platos con sal aromática

Ahora, la mejor parte, te dejamos aquí unas ideas para que pruebes esta mezcla tan sencilla de preparar y que da tan buenos resultados y que solo consiste en la unión de dos ingredientes muy fáciles de conseguir.

01.-Hummus con sal de cilantro y comino

Prepara un hummus casero mezclando garbanzos cocidos, tahini, ajo, jugo de limón, comino y aceite de oliva en la thermomix, o cualquier otro procesador de alimentos que utilices.

Antes de servir, espolvorea un poco de sal de cilantro y comino sobre él para añadir un toque de frescura y especias.

humus

02.-Filete de salmón con sal de eneldo y limón

Marina filetes de salmón con un poco de aceite de oliva, ralladura de limón y sal de eneldo antes de asarlos, o cocinarlos a la parrilla, aquí, combinar los dos sabores realza el gusto natural del salmón.

03.-Ensalada caprese con sal de albahaca

Prepara una ensalada caprese clásica con rodajas de tomate, mozzarella fresca y hojas de albahaca, pero, antes de servir, espolvorea un poco de sal de albahaca sobre ella para resaltar los sabores frescos de los ingredientes.

04.-Pollo asado con sal de tomillo y limón

Adereza pechugas de pollo con una mezcla de aceite de oliva, tomillo fresco picado, ralladura de limón y sal de tomillo y limón, luego asa el pollo en el horno hasta que esté dorado y cocinado por completo.

05.-Brocheta con tomate y sal de orégano

Tuesta rebanadas de pan baguette, y únelas con un poco de aceite de oliva y ajo picado, luego, cubre cada una con tomates picados, albahaca fresca en tiras y un toque de sal de orégano.

Ya tienes un aperitivo o un entrante perfecto para sorprender a tus invitados, o bueno, para darte un capricho en cualquier momento.

Pan con tomate

06.-Vegetales asados con sal de romero

Corta una variedad de vegetales, como zanahorias, calabacines, pimientos y champiñones en trozos, y mézclalos con aceite de oliva, ajo picado y sal de romero. 

Mételos en el horno hasta que estén tiernos y ligeramente dorados, verás qué sabor tan delicioso y aromático transforma el ya natural de los vegetales.

07.-Arroz con sal de ajo y perejil

Cocina arroz blanco o integral a tu gusto y mézclalo con un poco de aceite de oliva, ajo en polvo y sal de ajo y perejil, algo tan sencillo se convierte en la guarnición perfecta para acompañar platos que van desde pollo a la parrilla, hasta pescado al horno.

No nos cansamos de decir que la sal es un ingrediente sorprendente, pero, como ves, no solo ella, sino que se deja ayudar por otros que seguramente tienes en tu cocina.

Ahora ves que “la unión hace la fuerza”, bueno, en este caso,… “el sabor”

 

 

 

Galletas de chocolate en un plato

La sal es un ingrediente que no falta en ninguna cocina, pero a menudo es subestimado en el mundo de la repostería.

Subestimado injustamente, (añadimos nosotros), su superpoder para realzar sabores y equilibrar dulzuras de las creaciones culinarias, la convierte en un componente vital en la elaboración de una gran cantidad de postres que te van a salir verdaderamente originales.

Todo para hacer de la sal un ingrediente también esencial en la repostería.

La sal en la repostería, ¿por qué no?

La repostería despierta los sentidos y deleita el paladar de cualquiera con sus exquisitas creaciones, son muy variados los ingredientes que se utilizan para dar vida a estas maravillas dulces.

La sal, con su capacidad de transformar sabores, obliga a que no la dejes de lado a la hora de preparar esos postres que asombren a tus invitados.

Razones para no olvidar la sal en nuestros dulces

La sal es mucho más que un simple condimento, en cualquier tipo de cocina, y en la repostería también, lo único es que no es muy conocida y por eso mismo, vamos a darte esas razones que te faltan y que no has tenido en cuenta, hasta ahora.

Ya de primeras, en pequeñas cantidades, la sal realza la dulzura natural de los alimentos y equilibra su sabor, ahora, además, vamos a ver cómo actúa cada vez que la añades a esos ingredientes que van a dar vida a ese espectacular postre que sale de tu horno.

Ingredientes para hacer un postre

Realza el sabor del chocolate

El ingrediente estrella de la repostería, el chocolate, para postres, como brownies o tartas, añadir una pizca de sal, intensifica su sabor y consigue lo imposible: que cada bocado sea más increíble todavía.

Contrarresta la dulzura

Para recetas especialmente dulces, como glaseados o caramelo, una pizca equilibra esa dulzura, y evita que resulte empalagoso, dando un sabor final que no se espera.

Añade textura

La sal gruesa es un ingrediente popular en la repostería moderna para agregar una textura crujiente y un toque salado a postres como galletas, brownies o incluso, puedes probar en helados.

Resalta los sabores de las frutas

En postres en los que añades frutas frescas, como pasteles o mermeladas caseras, una pizca de sal resalta esos sabores naturales, para conseguir una sensación más agradable, y fresca, en el paladar.

Frutas con sal

6 beneficios de la sal en la cocina dulce

Cuando pensamos en sal, la asociamos con platos y sabores salados, sin embargo, en el mundo de la cocina dulce, la sal juega un papel igualmente crucial, a menudo menos reconocido. 

Vamos a tirar por tierra esos argumentos que impiden que la emplees como un ingrediente habitual en tu repostería.

01. Potencia el sabor del resultado final

La sal tiene el poder de realzar los sabores naturales de otros ingredientes en la cocina dulce. 

Al agregar una pizca de sal a recetas que incluyen chocolate, caramelo, frutas o incluso vainilla, se intensifican los sabores, y se consigue un resultado más intenso para el paladar.

La sal actúa como un amplificador de sabor, haciendo que cada bocado sea más rico e increíble, por lo inesperado.

02. Equilibra la dulzura excesiva

En muchas recetas de repostería, especialmente aquellas que son demasiado dulces, la sal desempeña un papel crucial en el equilibrio de los sabores.

Contrarresta la dulzura predominante, evitando que el postre resulte empalagoso, solo con una pizca se crea un equilibrio entre los sabores dulces y salados, dando lugar a un postre más equilibrado y agradable al paladar.

En muchas ocasiones se quiere actuar en aquellos tan dulces que solo saben a azúcar, con un poquitín se consigue el equilibrio que evite este “torrente de dulzura”, que llega a empalagar.

03. Aporta profundidad de sabor

La sal no solo agrega un gusto salado a los postres, sino que también añade una dimensión adicional de sabor. 

En pequeñas cantidades, la sal resalta matices y aromas de otros ingredientes y crea una profundidad de sabor que eleva el postre a otro nivel.

Este efecto es especialmente llamativo en recetas que incluyen ingredientes ricos y complejos, como el chocolate o los frutos secos.

04. Perfecciona la textura

En ciertas preparaciones, como galletas, brownies o helados, agregar sal no solo afecta al sabor, sino también a la textura. 

La sal la realza en un postre, haciéndolo más crujiente o más suave, dependiendo de la receta y de cómo se utilice.

Te ponemos un ejemplo, la sal gruesa es un ingrediente popular en galletas y brownies para añadir una textura crujiente y un contraste interesante con la dulzura.

Helado con sal

05. Potencia la creatividad culinaria

La sal en la cocina dulce no solo se limita a recetas tradicionales, también puede utilizarse de manera innovadora para crear combinaciones de sabores únicas que te van a sorprender. 

Experimentar con diferentes tipos de sal, como la sal marina, la sal ahumada o la sal de trufa, te abre un mundo de posibilidades culinarias para elevar tus creaciones dulces a otro nivel.

06. Intensificación de aromas

Además de realzar los sabores, la sal también intensifica los aromas de otros ingredientes en la cocina dulce.

Por ejemplo, al agregar una pizca de sal a recetas que contienen especias como canela, nuez moscada o vainilla, se potencian y profundizan, de manera que el sabor se ve influenciado por el aroma, dando una sensación final mucho más intensa.

Resultados de la sal en repostería

Ya hemos hablado de la capacidad para realzar los sabores, que lo hace en cualquier plato, no solo en los portes, ahora vamos a darte ideas para que empiece a ser un indispensable también en la pastelería y no la olvides en tus postres.

Panes más esponjosos

Actúa de manera que fortalece el gluten y aumenta la fuerza, dando una masa más firme y manejable, se consigue, además, una homogeneidad del horneado que evita esa masa “blandengue” y poco consistente que no logra dar con una miga jugosa.

Un poquitín en el amasado consigue, tras el horneado, una corteza exterior más dorada y crujiente, junto a ese tono caramelizado que los hace más apetecibles.

Claras de huevo esponjosas

Una pizca de sal a las claras de los huevos, justo al batir, consigue una textura esponjosa y firme, ideal para cuando quieres alcanzar el punto de nieve

Batir claras de huevo

Glaseados más líquidos

Su capacidad de absorber el agua consigue que los glaseados que prepares sean más líquidos, eso sí, los ingredientes que emplees te aconsejamos que no contengan ya sal, para que llegues a un resultado demasiado fluido.

Mejor conservación de postres

La sal, como acabamos de decir, tiene la capacidad de absorber esa humedad que hace que los postres se resequen demasiado rápido.

De ahí que sea un uso común como conservante de los productos comerciales para lograr un mayor tiempo en el que estén como recién hechos

Regulación de la acidez

La sal tiene otra capacidad, la de reducir la acidez de la levadura.

Pero no solo eso, sino que regula el sabor de la harina, para equilibrarlo con el resto de ingredientes y que no se aprecie su presencia, y afecte con ese gusto tan particular, que, en exceso, no es agradable.

 

Poco más que añadir, si todavía tenías alguna duda de cómo puede la sal ayudarte, también, en tus creaciones reposteras, seguro que la has olvidado.

Piensa que tan solo una pequeña cantidad en el momento adecuado, del horneado, del amasado y de la presentación, consigue unos resultados que no esperabas y que dejan boquiabierto a quien los prueba.

 

Demasiada sal en la cocina

La sal es un ingrediente fundamental en la cocina.

Potencia el sabor de tus guisos y, en muchos casos, consigues resultados sorprendentes para el resto de comensales.

Una incorrecta dosificación de la sal puede hacer que ese plato que llevas horas preparando no sirva para nada.

Aprender a dar con el punto justo de sal en cada plato es muy complicado, se consigue con la práctica, es importante saber qué hacer en caso de un exceso de las en tus guisos.

¿Por qué un exceso de sal te arruina un plato?

Demasiada sal cambia todo sabor de los platos, pasan de ser sabrosos y apetecibles a salados en exceso, incómodos al paladar y hasta incomibles.

Esta sensación radica en cómo funciona la sal cuando la pones en contacto con el resto de alimentos.

El toque justo de sal consigue aumentar el gusto y hacerlos más apetecibles en su conjunto.

Demasiada, por el contrario, apaga al resto de sabores, y rompe el equilibrio que has conseguido al elegirlos para tu guiso.

Desde ese momento, la sal toma un protagonismo en el plato que nunca debió tener, su sabor se superpone al resto que, sin remedio, quedan en segundo plano.

Un exceso de sal, además, tiene otro inconveniente, en ensaladas u otros platos fríos, afecta a su textura y a la sensación en el paladar al tomar el primer bocado.

La sal extrae el agua de los ingredientes, y hace que los vegetales pierdan su frescura y se vuelvan blandos.

Otra cosa muy a tener en cuenta, hay personas más sensibles al sabor de la sal que otras.

Ten mucho cuidado, debes conseguir un equilibrio adecuado para los comensales.

En caso de duda, siempre opta por añadir un poco menos de sal, es algo que se puede solucionar más fácilmente.

 Aprende a medir la sal en tus platos

La sal, en la cocina, es una especie de condimento mágico y, como, tal debes usarlo con precaución

Una buena dosificación marca la diferencia entre una delicia de comida a un desastre de velada.

Lo mejor, estos  7 consejos para evitar tener que recurrir a soluciones precipitadas y poco saludables, que quitan todo el encanto a la cena que habías pensado.

01.- Condimenta poco a poco

Mientras estás preparando el guiso comienza con cantidades pequeñas de sal, y vas agregando más, según incorporas ingredientes.

Siempre es más fácil corregir un defecto que un exceso de sal.

Recuerda que, al añadir otros ingredientes, ellos también aportan su propio sabor y, muchas veces, es suficiente.

Mejor así que no hacerlo al final, es como la sal se va absorbiendo poco a poco, se distribuye, y mezcla mejor, con el resto.

02.-Ve probando y ajustando 

Esencial.

Según el guiso va tomando forma, los sabores van cambiando, lo ideal es que, durante el proceso, vayas comprobando el resultado.

Tienes la mejor información mientras cocinas, si debes añadir un poco más o no, en este momento, lo puedes conocer de primera mano.

Es así como tienes el control total del sabor que vas a conseguir al final.

03.-Conoce bien el resto de ingredientes

Muchos ingredientes ya llevan sal de una manera natural, necesitan poco o, algunos, ninguna.

Como ejemplo de ellos, y que se suelen olvidar, son los caldos u otros productos ya preparados, que llevan una cantidad de sal suficiente en su producción, y no tenerlo en cuenta deriva en un plato demasiado salado.

Tenlo siempre en cuenta, lee las etiquetas antes de ponerte a sazonar.

7 trucos que rescatan un plato perdido

Más sal de la necesaria arruina el trabajo de cualquier cocinero, ya sea principiante o experimentado, sin olvidar el problema para la salud de muchas personas que deben controlar más la sal en sus comidas.

Como te decimos, es algo que le puede pasar a cualquiera, así que es bueno que tengas presente estos trucos que te solucionan algo que, sin ellos, terminaría en la basura.

01.-Añade ingredientes neutros

A un guiso salado, añade ingredientes que no aumentan el sabor, neutros, que no interfieran en el resultado final.

Las verduras están en este grupo, añadir en tu guiso alguna zanahoria, patata o calabacín ayuda a suavizar el sabor de ese plato pasado de sal.

Zanahorias y patatas para exceso de sal

02.-Aumenta la cantidad del resto

Otro truco muy socorrido es el de añadir un poco más del resto de los ingredientes que ya has utilizado en el guiso.

En caso de que dispongas de ellos, consigues paliar el fuerte sabor salado de una mala dosificación de sal en el cocinado.

Se trata de disminuir la proporción de sal al aumentar la del resto.

03.-Añade líquidos como caldo o agua

Una solución parecida a la anterior, para el caso, por ejemplo, de no tener más del resto de ingredientes, o no querer terminar con demasiada comida preparada, puedes añadir un poco más de agua, o del caldo que estés utilizando.

Es una manera de diluir el exceso de sal.

En cualquier caso siempre acuérdate, ya sea que añadas uno u otro, ir comprobando poco a poco, para evitar que te pases en el otro sentido y tengas un resultado soso e insípido.

04.-Añade líquidos como leche o crema

Una solución muy parecida a la anterior, en caso de estar cocinando platos que no deben quedar muy líquidos como una crema de verduras.

En lugar de agua, o caldo, opta por leche o por aumentar la cantidad de verduras de la crema.

Además de suavizar el sabor salado, mantiene la textura cremosa que pierdes si añades, en este caso, agua o caldo

05.-Contrarresta con un sabor dulce…

Ataca con el sabor opuesto.

Una pequeña cantidad de azúcar, o miel, contrarresta la salinidad excesiva, y equilibra los sabores.

Como en los demás casos, ve añadiendo poco a poco y probando hasta que el sabor sea agradable, y no priorice tampoco el dulzor de los nuevos ingredientes.

06.-… o con uno ácido

Un toque de acidez, como unas gotas de jugo de limón o vinagre, aleja la sensación salada del paladar, y dan un toque fresco al guiso.

Con mucho cuidado, son muy fuertes y te arriesgas a que cambie el sabor que quieres alcanzar.

07.-Apóyate en una guarnición

Prepara un pequeño acompañamiento, de un sabor suave, y sin sal en este caso, como arroz cocido, tortitas de pan, o alguna verdura.

Consigues que, al tomar este ingrediente junto con el plato con exceso de sal, se equilibre el sabor final que siente el comensal.

 

La sal es un condimento poderoso que puede realzar el sabor de los alimentos, pero en exceso lleva al traste todo el trabajo que te ha llevado cocinarlo

Es vital usar la sal con moderación y probar la comida en cada fase de cocinado, para saber cuándo debes parar o continuar añadiendo.

La sal es un condimento muy conocido en la cocina y, como ves, es muy peligroso, pero no solo tiene este uso, y en Sal Roca trabajamos la sal para todos ellos.

Puede conocer los diferentes empleos de la sal, y consultarnos cualquier duda sobre ella, estaremos encantados de ayudarte y aconsejarte.

Sal ahumada

La sal es increíble, tenemos a nuestro alcance una extensa variedad de tipos, y una gran cantidad de usos, y montones de platos a los que le podemos añadir, pero de entre todas, una destaca por su forma, su color y su característico sabor.

Es la sal ahumada un tipo de sal que merece la pena descubrir, y tener en tu cocina.

En Sal Roca la conocemos muy bien, y hoy te queremos contar de todo lo que necesitas para convencerte, y que no pierdas de vista esta sal tan particular.

Sal ahumada en tu cocina

Este tipo de sal es especial desde la forma en la que se crea, para hacerlo, se pone en contacto con humo de madera sin tratar, que le da ese sabor tan fuerte característico, y diferente del resto de sales.

Es un meticuloso proceso que logra que transmita a los platos ese sabor original, que lo cambia de una manera inesperada, y la convierte en la gran aliada en tu cocina para sorprender a tus invitados.

Su fuerte sabor y su olor ahumado dan a los platos un gusto diferente y sorprendente.

Un ingrediente de tu cocina que puedes considerar tanto como una sal aromática y decorativa, como una especia para añadir sabor a los platos.

¿Cómo se consigue el ahumado de la sal?

El toque ahumado de la sal se hace mediante el contacto con humo de leña de manzano, roble o nogal, como más habituales.

El proceso, que puede durar hasta bastantes horas, o incluso días, según las condiciones del clima, del grado de sabor que se quiera conseguir, y del tipo de madera.

Las maderas más duras, necesitan un periodo más largo de producción, lo que les da un sabor más fuerte.

Más maderas más frutales, necesitan menos tiempo y consiguen un sabor más suave, sin alejarse del ahumado que se persigue.

Se inicia al colocar la sal marina en diferentes niveles de un contenedor fabricado de acero que se prende en su interior con leña.

El humo se dirige hacia ese espacio donde está el ingrediente y debe mantenerse constante, es decir, no se puede abandonar la fuente de calor y dejar que se apague, en ese caso, el color y el olor que se busca no se consigue en el grado que se desea.

La interrupción del proceso estropea el trabajo.

Es, resumiendo, un sistema que cuenta con dos fases,

Comienza con la recogida de la sal marina, procedente de la evaporación del agua de mar, y su posterior lavado para eliminar impurezas y minerales no deseados.

Y una vez que ya hemos conseguido la sal en su perfecto estado, la sometemos al proceso de mantenerla cerca del humo de la leña.

Plato con sal ahumada

Características de la sal ahumada

Si algo diferencia este tipo de sal al resto de sales para cocina, es su color.

Un tono entre café, gris y negro que sorprende cuando no se conoce, y lo hace aún más si no se ha probado.

Como curiosidad puedes ver que no es un color uniforme, esto se debe a que no todos los granos de sal, en el proceso de ahumado, retienen la misma cantidad de humo, por lo que se consiguen unas zonas más oscurecidas que otras dentro del propio grano.

La presentación en el mercado es en una forma granular de tamaño y aspecto muy cercano a la sal rosa o Maldon.

El sabor que se consigue combinado el proceso de ahumado con el sabor inicial de la sal marina da lugar a una sal compleja y maravillosa para tus platos.

Usos de la sal ahumada en tu cocina

Los usos en la cocina son muy diversos, ya sea usada como condimento final, como aderezo, decoración de los platos o añadida en el momento de cocción

Es muy normal utilizarla espolvoreada en platos variados de carnes, pescados y verduras, incluso en algún postre, en menor cantidad, para añadir un sabor sutil que contrarreste con el dulzor de sus ingredientes base.

Otro uso muy común es el empleo de la sal ahumada en recetas de marinado y braseado, en esos casos, los cristales de la sal se disuelven, y penetran en los alimentos incorporándose a su sabor principal añadiendo el ahumado 

Como la sal de mar, tiene gran versatilidad, puede añadirse a todo tipo de platos como sopas, ensaladas o pasta.

Es empleada, además, en recetas vegetarianas a las que se busca dar un toque de sabor cárnico, sin tenerlo.

Sabor ahumado en tus platos

Los resultados de usar sal ahumada en la cocina llegan a ser impresionantes.

Ese sabor único y tan diferente transforma un plato sencillo en una experiencia culinaria increíble

A la vez que realza el sabor natural de los elementos cuando se emplea como aderezo o decoración de los platos, produce una sensación de textura crujiente que ofrece a tu paladar un contraste inesperado.

En definitiva, la sal ahumada es un producto gourmet muy versátil que tiene gran cantidad de usos, y la propiedad de cambiar aromas y sabores por completo, o solamente dar un toque y una sensación diferente en cada bocado.

 

Por lo particular, es un tipo de sal que debes probar y valorar cómo puedes emplearla en la cocina, te aconsejamos que lo hagas para conocer una de las sales más especiales de nuestro catálogo.

Conoce mucha más de los diferentes usos de la sal, no solo en la cocina, en nuestro blog, además de que respondemos cualquier duda, solo tienes que ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos.