La sal es un regalo de la naturaleza. Como proveedores de sal lo sabemos muy bien. Más allá de los usos habituales, en verano podemos sacarle partido de una forma cuanto menos desconocida. Toma nota de estos usos de la sal poco conocidos durante el estío.
Usos de la sal poco conocidos en verano: conservante
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha utilizado los recursos a su disposición para sobrevivir. Por ejemplo, la sal. Antes de que se introdujera la congelación o el baño maría, ¿cómo se conservaban los alimentos? En especial carnes y pescados.
En efecto: con la sal. Como conservante, es uno de los usos de la sal muy poco conocidos para el verano. Método de conservación que incluso puedes utilizar cuando se te estropea hoy el frigorífico.
Para ello se constituía lo que se denomina popularmente la salazón: al cubrir con sal los alimentos, el cloruro de sodio deshidrata el compuesto de modo que sin ese peligro de putrefacción, el alimento se conserva durante más tiempo.
Al mismo tiempo, ayuda a dar mayor intensidad al sabor del alimento, y lo protege de la acción de las bacterias.
No en vano, en zonas costeras es muy habitual el uso de la sal en elaboraciones como las conservas o los ahumados.
Sal para combatir las olas de calor
Sí. Tal y como lees. Entre los usos de la sal todos conocemos sus propiedades para deshacer la nieve. De hecho, cuando lo necesites, estamos a tu disposición como proveedores de sal para nieve.
Ahora en verano, y dado que todo apunta a que encadenaremos más olas de calor seguidas en los años venideros, tomaremos nota de cómo utilizan los holandeses nuestra materia prima: para evitar que se derrita el asfalto.
No es una medida nueva: en el norte de Europa llevan utilizando la sal como protector ante el calor de este compuesto.
Usos de la sal en verano: mantener los refrescos en la playa
Este es uno de los usos de la sal en verano que seguro que te interesa más. ¿Quién no se ha encontrado con que el hielo se deshace rápidamente antes de terminar las bebidas? Pues la sal tiene mucho que decir aquí.
Si quieres beber líquido fresquito durante todo el verano, mezcla hielo, agua y un poco de sal en un recipiente. A continuación, introduce las latas o botellas… ¡y a disfrutar!
Evidentemente, no es la panacea si no lo proteges mínimamente de la acción directa del sol. De ahí que se recomiende emplear una nevera como recipiente.
Como curiosidad, os contaremos que en las zonas marítimas hay que aún aprovecha el agua fría del mar (salada), para mantener una buena temperatura de las bebidas.
Sal para conservar el vino a temperatura ideal
Si hay un uso de la sal en verano que puedes trasladar el resto del año es el mezclar agua, hielo y sal para conservar la temperatura perfecta para tomar un vino.
Los caldos no deben, bajo ningún concepto, introducirse en el congelador a riesgo de romper su cuerpo. Aprovecha la sal y su naturaleza para conservar el vino durante toda la comida.