Sal para deshielo en carreteras

Estamos metidos de lleno en el invierno, y hay zonas en las que las bajas temperaturas ponen a los conductores en aprietos que, no solo terminan en el malestar de estar unas horas parados, sino que puede derivar en accidentes.

Cuando las condiciones meteorológicas se prevén adversas, las ciudades empiezan a repartir sal por puntos estratégicos, como entradas a colegios, residencias, centros comerciales, paradas de autobuses, o cualquier otro que suponga un peligro para los ciudadanos.

Estamos muy acostumbrados a verlo, pero ¿por qué sal? 

¿Por qué utilizamos sal en el deshielo de carreteras?

El deshielo con sal es una práctica común y efectiva para combatir las condiciones resbaladizas causadas por el hielo en las carreteras.

Ayuda a derretirlo, facilitando la conducción en una superficie no muy habitual para los conductores, además de evitar caídas o resbalones de los peatones en las aceras o entradas a los edificios.

Al ser esparcida sobre las calles y carreteras, entra en contacto con el hielo y comienza a disolverlo, hasta recuperar la superficie segura de antes de la bajada de temperaturas

¿Por qué la sal derrite el hielo?

El hielo es uno de los tres estados naturales del agua, sencillamente es agua sólida cristalizada 

Tenemos dos condiciones importante para explicar este fenómeno

Uno, el proceso de congelación del agua, a una altitud del nivel del mar, comienza a 0ºC.

Dos, cuando agua y hielo entran en contacto se produce un fenómeno llamado fusión ( las moléculas de hielo se funden en el agua), y otro llamado congelación (las moléculas del agua son capturadas por el hielo)

Cuando la cantidad de fusión y congelación es la misma, hielo y agua se encuentran en equilibrio dinámico, y se mantiene esa igualdad entre congelación y deshielo, a 0ºC, algo que continúa hasta que las condiciones de uno u otro lado, cambian, para potenciar un proceso u otro.

Esta ruptura se produce muy fácilmente por efecto de la temperatura, si se aumenta, favorece la fusión, si se disminuye, la congelación.

¿Qué ocurre al echar sal al hielo?

A simple vista, parece que en cuanto se echa sal al hielo, éste se derrite, pero no es del todo cierto.

Lo que ocurre es que disminuye la temperatura de congelación, es decir, la congelación ya no se produce a 0ºC, sino a menos

La sal hace que ese punto de congelación sea alcance a unos -10ºC, dependiendo de la cantidad de sal que pongamos en la superficie

Un detalle importante es que para que este efecto sea cierto, el agua no debe estar congelada, es decir, lo mejor es echar sal antes de que haya empezado la congelación, así se evita que comience, de otra manera, con el hielo ya formado, el resultado es diferente.

Deshielo en una calle con sal

Ventajas de sal para el deshielo

Añadir sal a las superficies para evitar la formación de capas de hielo es un procedimiento muy habitual en las ciudades, y, aunque no sea el más beneficioso, realizado con conocimiento, es uno de los más efectivos, que cuenta con importantes ventajas.

01.-Rápido y efectivo

Esta acción que hemos comentado se produce con relativa rapidez, y tiene unos resultados muy efectivos en un breve periodo de tiempo, que depende de la cantidad que se añada, y de la frecuencia con que se haga.

También, recordemos, que su efecto es mayor cuando se realiza como método preventivo, antes del inicio de la congelación, para evitar que se produzca.

02.- Efecto residual

Además de derretir el hielo existente, la sal actúa como un inhibidor, impidiendo la formación de nuevas capas.

Una vez que las carreteras han sido tratadas, hay menos probabilidades de que vuelva a haber una acumulación peligrosa de hielo, algo que aumenta mucho la seguridad.

Este efecto residual que ayuda a mantener las carreteras libres durante un período prolongado es importante, sobre todo, en condiciones climáticas variables, ya que la sal sigue trabajando incluso después de su aplicación inicial, añadiendo una capa más de protección.

03.-Accesibilidad y bajo coste

Como recurso, la sal está fácilmente disponible y es muy asequible, lo que hace que sea muy práctica, y rentable, para usar en cualquier situación.

Su empleo, que solamente se basa en repartirla por la superficie, no supone ningún problema para que cualquiera pueda hacerlo, sin conocimientos específicos ni gastos asociados.

Peligros por el uso excesivo de sal en deshielo

Si bien la sal es una herramienta efectiva para el deshielo de carreteras, su uso excesivo plantea ciertos riesgos.

01. Corrosión de vehículos

El uso excesivo de sal favorece la corrosión de los vehículos, y puede acelerar el proceso de oxidación en las partes metálicas de los automóviles, incluyendo el chasis y otros componentes importantes. 

Esto puede derivar en daños a largo plazo, y afectar a la seguridad y vida útil de los vehículos.

Coche con corrosión por sal

02. Impacto en la infraestructura

Las estructuras de carreteras y puentes también pueden verse afectadas por el uso excesivo de sal, por el mismo motivo.

La corrosión de las estructuras de acero y hormigón llega a comprometer su integridad a lo largo del tiempo, lo que deriva en costosas reparaciones y mantenimiento.

03. Contaminación del agua

Cuando el hielo desaparece, la sal permanece y se distribuye por la zona, puede terminar en las aguas próximas, causando contaminación, y afectar negativamente la calidad del agua, con consecuencias perjudiciales para los ecosistemas acuáticos y la vida silvestre.

04. Daño a la vegetación

La sal excesiva puede tener un impacto negativo en la vegetación, dañar plantas y árboles, afectando la biodiversidad y alterando los ecosistemas locales.

 

Contar con la sal como elemento para prevenir el hielo en las carreteras es una solución muy rápida, efectiva  que todos tenemos a mano,

Lo importante está en usarla como se debe, sin abusar de ella al esparcir cantidades innecesarias para evitar consecuencias en el entorno.

Si se siguen estas pautas podemos decir que es un recursos perfecto para estas heladas que ocurren en invierno y que paralizan las ciudades.