La sal es un ingrediente fundamental en la cocina.

Potencia el sabor de tus guisos y, en muchos casos, consigues resultados sorprendentes para el resto de comensales.

Una incorrecta dosificación de la sal puede hacer que ese plato que llevas horas preparando no sirva para nada.

Aprender a dar con el punto justo de sal en cada plato es muy complicado, se consigue con la práctica, es importante saber qué hacer en caso de un exceso de las en tus guisos.

¿Por qué un exceso de sal te arruina un plato?

Demasiada sal cambia todo sabor de los platos, pasan de ser sabrosos y apetecibles a salados en exceso, incómodos al paladar y hasta incomibles.

Esta sensación radica en cómo funciona la sal cuando la pones en contacto con el resto de alimentos.

El toque justo de sal consigue aumentar el gusto y hacerlos más apetecibles en su conjunto.

Demasiada, por el contrario, apaga al resto de sabores, y rompe el equilibrio que has conseguido al elegirlos para tu guiso.

Desde ese momento, la sal toma un protagonismo en el plato que nunca debió tener, su sabor se superpone al resto que, sin remedio, quedan en segundo plano.

Un exceso de sal, además, tiene otro inconveniente, en ensaladas u otros platos fríos, afecta a su textura y a la sensación en el paladar al tomar el primer bocado.

La sal extrae el agua de los ingredientes, y hace que los vegetales pierdan su frescura y se vuelvan blandos.

Otra cosa muy a tener en cuenta, hay personas más sensibles al sabor de la sal que otras.

Ten mucho cuidado, debes conseguir un equilibrio adecuado para los comensales.

En caso de duda, siempre opta por añadir un poco menos de sal, es algo que se puede solucionar más fácilmente.

 Aprende a medir la sal en tus platos

La sal, en la cocina, es una especie de condimento mágico y, como, tal debes usarlo con precaución

Una buena dosificación marca la diferencia entre una delicia de comida a un desastre de velada.

Lo mejor, estos  7 consejos para evitar tener que recurrir a soluciones precipitadas y poco saludables, que quitan todo el encanto a la cena que habías pensado.

01.- Condimenta poco a poco

Mientras estás preparando el guiso comienza con cantidades pequeñas de sal, y vas agregando más, según incorporas ingredientes.

Siempre es más fácil corregir un defecto que un exceso de sal.

Recuerda que, al añadir otros ingredientes, ellos también aportan su propio sabor y, muchas veces, es suficiente.

Mejor así que no hacerlo al final, es como la sal se va absorbiendo poco a poco, se distribuye, y mezcla mejor, con el resto.

02.-Ve probando y ajustando 

Esencial.

Según el guiso va tomando forma, los sabores van cambiando, lo ideal es que, durante el proceso, vayas comprobando el resultado.

Tienes la mejor información mientras cocinas, si debes añadir un poco más o no, en este momento, lo puedes conocer de primera mano.

Es así como tienes el control total del sabor que vas a conseguir al final.

03.-Conoce bien el resto de ingredientes

Muchos ingredientes ya llevan sal de una manera natural, necesitan poco o, algunos, ninguna.

Como ejemplo de ellos, y que se suelen olvidar, son los caldos u otros productos ya preparados, que llevan una cantidad de sal suficiente en su producción, y no tenerlo en cuenta deriva en un plato demasiado salado.

Tenlo siempre en cuenta, lee las etiquetas antes de ponerte a sazonar.

7 trucos que rescatan un plato perdido

Más sal de la necesaria arruina el trabajo de cualquier cocinero, ya sea principiante o experimentado, sin olvidar el problema para la salud de muchas personas que deben controlar más la sal en sus comidas.

Como te decimos, es algo que le puede pasar a cualquiera, así que es bueno que tengas presente estos trucos que te solucionan algo que, sin ellos, terminaría en la basura.

01.-Añade ingredientes neutros

A un guiso salado, añade ingredientes que no aumentan el sabor, neutros, que no interfieran en el resultado final.

Las verduras están en este grupo, añadir en tu guiso alguna zanahoria, patata o calabacín ayuda a suavizar el sabor de ese plato pasado de sal.

Zanahorias y patatas para exceso de sal

02.-Aumenta la cantidad del resto

Otro truco muy socorrido es el de añadir un poco más del resto de los ingredientes que ya has utilizado en el guiso.

En caso de que dispongas de ellos, consigues paliar el fuerte sabor salado de una mala dosificación de sal en el cocinado.

Se trata de disminuir la proporción de sal al aumentar la del resto.

03.-Añade líquidos como caldo o agua

Una solución parecida a la anterior, para el caso, por ejemplo, de no tener más del resto de ingredientes, o no querer terminar con demasiada comida preparada, puedes añadir un poco más de agua, o del caldo que estés utilizando.

Es una manera de diluir el exceso de sal.

En cualquier caso siempre acuérdate, ya sea que añadas uno u otro, ir comprobando poco a poco, para evitar que te pases en el otro sentido y tengas un resultado soso e insípido.

04.-Añade líquidos como leche o crema

Una solución muy parecida a la anterior, en caso de estar cocinando platos que no deben quedar muy líquidos como una crema de verduras.

En lugar de agua, o caldo, opta por leche o por aumentar la cantidad de verduras de la crema.

Además de suavizar el sabor salado, mantiene la textura cremosa que pierdes si añades, en este caso, agua o caldo

05.-Contrarresta con un sabor dulce…

Ataca con el sabor opuesto.

Una pequeña cantidad de azúcar, o miel, contrarresta la salinidad excesiva, y equilibra los sabores.

Como en los demás casos, ve añadiendo poco a poco y probando hasta que el sabor sea agradable, y no priorice tampoco el dulzor de los nuevos ingredientes.

06.-… o con uno ácido

Un toque de acidez, como unas gotas de jugo de limón o vinagre, aleja la sensación salada del paladar, y dan un toque fresco al guiso.

Con mucho cuidado, son muy fuertes y te arriesgas a que cambie el sabor que quieres alcanzar.

07.-Apóyate en una guarnición

Prepara un pequeño acompañamiento, de un sabor suave, y sin sal en este caso, como arroz cocido, tortitas de pan, o alguna verdura.

Consigues que, al tomar este ingrediente junto con el plato con exceso de sal, se equilibre el sabor final que siente el comensal.

 

La sal es un condimento poderoso que puede realzar el sabor de los alimentos, pero en exceso lleva al traste todo el trabajo que te ha llevado cocinarlo

Es vital usar la sal con moderación y probar la comida en cada fase de cocinado, para saber cuándo debes parar o continuar añadiendo.

La sal es un condimento muy conocido en la cocina y, como ves, es muy peligroso, pero no solo tiene este uso, y en Sal Roca trabajamos la sal para todos ellos.

Puede conocer los diferentes empleos de la sal, y consultarnos cualquier duda sobre ella, estaremos encantados de ayudarte y aconsejarte.

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