Si quieres tener una piscina de agua clara, limpia y desinfectada, que no resulte nociva para la salud ni para el medio ambiente este, la mejor alternativa es utilizar sal para piscinas. Este componente atraviesa un proceso químico llamado electrólisis salina con ayuda del clorador salino, logrando limpiar las piscinas de manera natural, sin necesidad de emplear químicos de otro tipo; además, no representa mayor gasto.
¿Qué es la sal para piscinas y cómo funciona?
La sal de piscinas para limpiar es un componente que sustituye al cloro químico, es decir, limpia y desinfecta el agua de cualquier tipo de depósito, en este caso, las piscinas o albercas.
La sal funciona de la misma forma que el cloro. A través de la electrólisis, la sal se transforma en cloro gaseoso, el cual actúa como un eficiente desinfectante que se disuelve en el agua al entrar en contacto con ella. Este tipo de cloro es un desinfectante oxidante que elimina a los microorganismos, cumpliendo a la perfección con el objetivo, que es mantener la piscina limpia, fresca, sin bacterias.
Además, al exponerse a los rayos UV del sol, vuelve a solidificarse y el proceso empieza de nuevo. Esto supone un beneficio económico a largo plazo, ya que no será necesario cambiar regularmente la sal como cuando se utiliza el cloro químico, a menos que se cambie el agua por una nueva.
Ventajas de la sal para piscinas
Los beneficios que aporta la sal para piscinas son muchos, entre los más importantes, tenemos:
- Limpieza natural: El proceso de electrólisis consigue que la sal surja del clorador salino lista para desinfectar y limpiar el agua o la superficie de la piscina de algas, bacterias u otros microorganismos perjudiciales para la salud.
- No es dañino para el ser humano: La sal es un componente natural que no afecta al ser humano, lo que quiere decir que ni los ojos ni la piel o el cabello se verán afectados al entrar en contacto con el agua salada. En cambio, el cloro químico si puede afectar de forma negativa.
- Eco friendly: La concentración de sal en el agua es de menos de un 10%. Este porcentaje no resulta perjudicial para ningún tipo de vegetación (ni césped ni plantas) que estén cerca de las piscinas o albercas con agua salada.
- Ahorro: Aunque para iniciar el tratamiento del agua con sal de piscinas se hace una gran inversión, al adquirir el clorador salino, después de esto se ahorra una gran cantidad de dinero porque no tienes que realizar gastos con frecuencia en productos químicos para mantener el agua limpia. Con usar la sal una sola vez, esta se reutiliza las veces que sea necesario.
Recomendaciones para tratamientos con sal para piscinas
- Realizar mantenimiento de forma regular a las piscinas.
- Inspeccionar de forma periódica la cantidad de sal que tenga la piscina. Especialmente, si se añaden grandes cantidades de agua o si se vacía el depósito por alguna razón.
- Hacer mantenimiento de la piscina con medidores de pH. El pH ideal que debe tener una piscina es de 7,2 a 7,4, un regulador de pH automático facilitaría llevar el seguimiento de este indicador.