Sal para deshielo en carreteras

Estamos metidos de lleno en el invierno, y hay zonas en las que las bajas temperaturas ponen a los conductores en aprietos que, no solo terminan en el malestar de estar unas horas parados, sino que puede derivar en accidentes.

Cuando las condiciones meteorológicas se prevén adversas, las ciudades empiezan a repartir sal por puntos estratégicos, como entradas a colegios, residencias, centros comerciales, paradas de autobuses, o cualquier otro que suponga un peligro para los ciudadanos.

Estamos muy acostumbrados a verlo, pero ¿por qué sal? 

¿Por qué utilizamos sal en el deshielo de carreteras?

El deshielo con sal es una práctica común y efectiva para combatir las condiciones resbaladizas causadas por el hielo en las carreteras.

Ayuda a derretirlo, facilitando la conducción en una superficie no muy habitual para los conductores, además de evitar caídas o resbalones de los peatones en las aceras o entradas a los edificios.

Al ser esparcida sobre las calles y carreteras, entra en contacto con el hielo y comienza a disolverlo, hasta recuperar la superficie segura de antes de la bajada de temperaturas

¿Por qué la sal derrite el hielo?

El hielo es uno de los tres estados naturales del agua, sencillamente es agua sólida cristalizada 

Tenemos dos condiciones importante para explicar este fenómeno

Uno, el proceso de congelación del agua, a una altitud del nivel del mar, comienza a 0ºC.

Dos, cuando agua y hielo entran en contacto se produce un fenómeno llamado fusión ( las moléculas de hielo se funden en el agua), y otro llamado congelación (las moléculas del agua son capturadas por el hielo)

Cuando la cantidad de fusión y congelación es la misma, hielo y agua se encuentran en equilibrio dinámico, y se mantiene esa igualdad entre congelación y deshielo, a 0ºC, algo que continúa hasta que las condiciones de uno u otro lado, cambian, para potenciar un proceso u otro.

Esta ruptura se produce muy fácilmente por efecto de la temperatura, si se aumenta, favorece la fusión, si se disminuye, la congelación.

¿Qué ocurre al echar sal al hielo?

A simple vista, parece que en cuanto se echa sal al hielo, éste se derrite, pero no es del todo cierto.

Lo que ocurre es que disminuye la temperatura de congelación, es decir, la congelación ya no se produce a 0ºC, sino a menos

La sal hace que ese punto de congelación sea alcance a unos -10ºC, dependiendo de la cantidad de sal que pongamos en la superficie

Un detalle importante es que para que este efecto sea cierto, el agua no debe estar congelada, es decir, lo mejor es echar sal antes de que haya empezado la congelación, así se evita que comience, de otra manera, con el hielo ya formado, el resultado es diferente.

Deshielo en una calle con sal

Ventajas de sal para el deshielo

Añadir sal a las superficies para evitar la formación de capas de hielo es un procedimiento muy habitual en las ciudades, y, aunque no sea el más beneficioso, realizado con conocimiento, es uno de los más efectivos, que cuenta con importantes ventajas.

01.-Rápido y efectivo

Esta acción que hemos comentado se produce con relativa rapidez, y tiene unos resultados muy efectivos en un breve periodo de tiempo, que depende de la cantidad que se añada, y de la frecuencia con que se haga.

También, recordemos, que su efecto es mayor cuando se realiza como método preventivo, antes del inicio de la congelación, para evitar que se produzca.

02.- Efecto residual

Además de derretir el hielo existente, la sal actúa como un inhibidor, impidiendo la formación de nuevas capas.

Una vez que las carreteras han sido tratadas, hay menos probabilidades de que vuelva a haber una acumulación peligrosa de hielo, algo que aumenta mucho la seguridad.

Este efecto residual que ayuda a mantener las carreteras libres durante un período prolongado es importante, sobre todo, en condiciones climáticas variables, ya que la sal sigue trabajando incluso después de su aplicación inicial, añadiendo una capa más de protección.

03.-Accesibilidad y bajo coste

Como recurso, la sal está fácilmente disponible y es muy asequible, lo que hace que sea muy práctica, y rentable, para usar en cualquier situación.

Su empleo, que solamente se basa en repartirla por la superficie, no supone ningún problema para que cualquiera pueda hacerlo, sin conocimientos específicos ni gastos asociados.

Peligros por el uso excesivo de sal en deshielo

Si bien la sal es una herramienta efectiva para el deshielo de carreteras, su uso excesivo plantea ciertos riesgos.

01. Corrosión de vehículos

El uso excesivo de sal favorece la corrosión de los vehículos, y puede acelerar el proceso de oxidación en las partes metálicas de los automóviles, incluyendo el chasis y otros componentes importantes. 

Esto puede derivar en daños a largo plazo, y afectar a la seguridad y vida útil de los vehículos.

Coche con corrosión por sal

02. Impacto en la infraestructura

Las estructuras de carreteras y puentes también pueden verse afectadas por el uso excesivo de sal, por el mismo motivo.

La corrosión de las estructuras de acero y hormigón llega a comprometer su integridad a lo largo del tiempo, lo que deriva en costosas reparaciones y mantenimiento.

03. Contaminación del agua

Cuando el hielo desaparece, la sal permanece y se distribuye por la zona, puede terminar en las aguas próximas, causando contaminación, y afectar negativamente la calidad del agua, con consecuencias perjudiciales para los ecosistemas acuáticos y la vida silvestre.

04. Daño a la vegetación

La sal excesiva puede tener un impacto negativo en la vegetación, dañar plantas y árboles, afectando la biodiversidad y alterando los ecosistemas locales.

 

Contar con la sal como elemento para prevenir el hielo en las carreteras es una solución muy rápida, efectiva  que todos tenemos a mano,

Lo importante está en usarla como se debe, sin abusar de ella al esparcir cantidades innecesarias para evitar consecuencias en el entorno.

Si se siguen estas pautas podemos decir que es un recursos perfecto para estas heladas que ocurren en invierno y que paralizan las ciudades.

 

Sal negra en la cocina

En la cocina, la sal es un ingrediente indispensable, pero no solo las ya conocidas sales de mesa refinadas, que se añaden a los platos durante la preparación, hay otras que, además, te ofrecen la posibilidad de que tus guisos sorprendan y destaquen.

Una de ellas es la sal negra, que añade color a unas decoraciones especiales, y una sensación inigualable al paladar en cada bocado

Vamos a conocer, un poco más, el mundo de la sal negra.

La sal negra, un indispensable en la cocina creativa

La sal negra, también conocida como sal de roca negra o kala namak, es un tipo de sal que se ha utilizado durante siglos en la cocina de distintas culturas culinarias, especialmente, en la India. 

Es un condimento que, como cualquier otro, consumido con moderación genera grandes beneficios en tu salud, siempre dentro de una dieta variada y equilibrada.

Se trata de un tipo de sal no refinada a la que, su origen volcánico, aporta propiedades especiales, entre las que destacamos, sin duda, un poder de potenciación del sabor no tan intenso al de la sal común.

Eso puede parecer un inconveniente, pero no es así, todo lo contrario, porque impide estropear un plato por añadirla en exceso, ya que el sabor que aporta es suave, sin interferir en el resto.

Otra característica es que no tiene apenas olor, aunque, lo que si tiene, y que es una de sus principales cualidades, es un color negro intenso.

Cómo se consigue la sal negra

Se consigue a partir de minerales volcánicos y arcillas ricas en azufre, lo que le proporciona ese color tan particular y ese suave sabor que te acabamos de comentar.

El proceso de obtención implica la extracción de estos minerales, seguida de una fase de purificación, para garantizar su calidad y seguridad alimentaria.

¿Por qué es negra?

En realidad no lo es, o, por lo menos, no totalmente.

Sus granos varían de color, desde unos tonos rosas, grises y morado oscuro, que van a variar según su sistema de producción y su contenido de minerales.

Es la mezcla de todos ellos, en su diferente proporción, la que da el tono oscuro que vemos, y que llama tanto la atención cuando se añade en la cocina.

Recipiente con sal negra

Usos principales de la sal negra 

Es utilizada, comúnmente, en las cocinas india y asiática, muy acostumbradas a este tipo de ingredientes, es, de hecho, una parte importante de sus platos, donde es indispensable para preparar chaats, ensaladas y chutneys

La sal negra está menos procesada y menos yodada, lo que la convierte en la perfecta sustituta de la sal de mesa, aportando con muchos beneficios a tus platos, y a tu salud.

Realza el sabor de los platos

La sal negra agrega un sabor único a los platos, con un toque ligeramente sulfuroso.

Esta sensación tan particular, y que no deja de sorprender a quienes lo prueban por primera vez, es por la presencia, en su composición, de minerales como el sulfuro de hidrógeno.

Es capaz de dar ese toque diferente a cualquier plato, tan solo espolvoreando una pequeña cantidad sobre el guiso ya terminado.

Condimenta opciones veganas

Muy popular en la cocina vegetariana y vegana, su sabor similar a huevo cocido se usa a menudo para imitarlo.

Consigue dar esa sensación sin necesidad de añadir ingredientes derivados de origen animal.

Es habitual en verduras, ensaladas o tofu.

Platos veganos

Decora y sorprende

En cualquier plato, desde cremas, hasta carnes y pescados, puedes aprovechar su color y la particular forma de sus pequeños cristales para dar un toque diferente.

Basta con una pequeña cantidad, ya sea espolvoreada por el alimento o, incluso sobre el mismo plato para sorprender a tus invitados.

Sal negra y sus beneficios para tu salud

La sal negra no es tan salada como la sal de mar, en su composición hay menos cloruro de sodio, lo que posibilita que personas que no pueden añadir mucha sal a su dieta, puedan aprovecharse de ella para dar sabor a sus platos.

Rica en minerales

La sal negra contiene una variedad de minerales beneficiosos para la salud, como hierro, magnesio y yodo, esenciales para el cuerpo humano.

Cuenta con un contenido de potasio, que ayuda a la relajación de los músculos y a la reducción de calambres.

Favorece la digestión

La sal negra puede ayudar en la digestión y aliviar problemas gastrointestinales, siempre consumida con moderación y siguiendo las pautas de las dietas que no permitan la sal en las comidas.

Su menor cantidad de sodio, evita esa retención de líquidos que provoca la sal común que usamos normalmente, sobre todo cuando tomamos alimentos con exceso de ella.

Belleza y bienestar

Otro beneficio de la sal negra, más desconocido, y que queremos destacar es la cantidad de efectos positivos que aporta, tanto a tu salud, como a tus cuidados de belleza.

Uno de ellos es la ayuda en la salud del cabello, puede combinarse con champú, o como parte de una mascarilla, y previene la caspa, repara las puntas abiertas, detiene la caída del cabello, y propicia un crecimiento más sano, fuerte y con más brillo.

Pero no solo eso, sus propiedades antiinflamatorias ayudan al tratamiento de talones agrietados, además de ser un ingrediente exfoliante perfecto debido a su grano grueso y sus propiedades limpiadoras.

Cuando, a todo esto, le sumamos los beneficios anteriores, comprobamos que la sal negra es más que un ingrediente. y pasa a ser esencial en tu cocina.

 

Incorporar la sal negra en tus platos, te da la oportunidad de experimentar con nuevos sabores y dar un toque diferente a tus guisos.

Como en cualquier tipo de sal, es importante su uso moderado, no deja de ser un ingrediente que hay que evitar en algunas dietas, y no hacerlo puede perjudicar a tu salud.

 

     

Usos diferentes de la sal en la cocina

La sal como ingrediente es espectacular, pero no deja de sorprender con la cantidad de otros usos que tiene.

Puedes utilizarla, entre otros, para el agua de tu piscina, también sal para deshielo, y, ahora, vamos un poco más allá.

Puedes emplearla como limpieza de tu cocina y mejorar el estado de tu ropa y calzado.

Te dejamos unos trucos muy efectivos para que saques la sal de tus platos.

Sencillos trucos con los que la sal te ayuda (y no es en los guisos)

La sal es un ingrediente común que todos tenemos en nuestras cocinas, pero, ¿sabías que también es un aliado en la limpieza de tu hogar?

La sal como limpiador en la cocina

Sí, la sal no es solo para dar sabor a tus comidas, puede ayudarte a mantener tu cocina reluciente, basta con saber cómo y dónde utilizarla.

Grasa de ollas y sartenes

Por el uso, cualquier olla o sartén, sin importar su calidad, se resiente y, no nos engañemos, su aspecto no es el que queremos para realizar nuestros platos.

No hay problema

Espolvorea sal en el área afectada, y luego frota con una esponja o un paño húmedo, actúa como un abrasivo suave para eliminar las manchas sin dañar el recipiente.

Manchas de café o té en tazas

Tanto café como té son muy agresivos con los recipientes en los que los servimos a menudo.

Con el tiempo, dejan marcas antiestéticas realmente difíciles de eliminar con un lavavajillas normal.

Mezcla sal con un poco de agua para hacer una pasta y frota suavemente el interior de la taza, al final enjuaga bien para evitar cualquier sabor mal en tu desayuno.

Olores en tu tabla de cortar

Las de madera, que, con el tiempo, parece que se quedan con el olor de todo lo que cortas en ella, por no hablar de las bacterias.

Esa desagradable sensación cuando la utilizas, tiene solución, espolvorea sal sobre la superficie y frótala con medio limón.

La sal ayuda a eliminar los olores y el limón añade un agradable frescor.

Olor en tus desagües

Desagües obstruidos o con mal olor, en cuanto lo notes, y antes de que sea tarde y necesites a un especialista, prueba este truco: mezcla sal con agua caliente y vierte la solución por él.

Ayuda a descomponer los residuos y elimina los olores desagradables.

Deja correr el agua unos minutos, para que desaparezcan los restos de las tuberías, y evitar que se acumulen y se repita el problema con el tiempo.

Sal para limpiar desagües

Usos de la sal en la limpieza de ropa y calzado 

El problema de mal olor en calzado y la ropa es algo que todos hemos sufrido en algún momento.

Ya sea debido al sudor, la humedad, o el uso continuo, los zapatos a veces llegan a oler bastante mal y es cuando la sal puede ser una solución efectiva.

Igual con la ropa, el uso continuado puede dejar manchas de sudor que estropean los tejidos.

Eliminar manchas de sudor en tu ropa

Ten en cuenta, lo primero de todo, que la sal es más adecuada para telas resistentes. 

Si estás tratando una prenda delicada, como seda o lana, es mejor buscar métodos de limpieza más suaves y específicos para ese tipo de tela.

Antes de lavar la prenda, haz un pretratamiento de las zonas afectadas por el sudor. 

Mezcla una cucharada de sal en una taza de agua tibia y sumerge la zona unos 30 minutos.

Frota suavemente con un paño o esponja suave. 

Lava la prenda en la lavadora como lo haces normalmente, y déjala secar al sol.

Eliminar olor de tu calzado

Para eliminar ese mal olor tan habitual en el calzado tenemos dos trucos para que elijas

Bolsitas de tela

Llena bolsas de tela pequeñas con sal de mesa, limpias y secas, y déjalas toda una noche dentro de tu calzado.

A la mañana siguiente comprobarás como la sal ha absorbido la humedad y eliminado el mal olor.

Con bicarbonato sódico

Asegúrate de que tus zapatos estén completamente secos antes de aplicar la sal, puedes dejarlos durante una noche previa para que se ventilen

Mezcla sal con bicarbonato de sodio en partes iguales en un recipiente y espolvorea la mezcla en el interior, con cuidado de cubrir bien toda la superficie y llegar a los rincones.

Deja que la mezcla repose en tus zapatos durante la noche, y tenga tiempo para trabajar.

Sacude o cepilla el exceso y ya los tienes.

Repite este proceso regularmente para evitar que el mal olor se te acumule.

Ventilar zapatillas en una ventana

Precauciones en la limpieza con sal

La sal como ingrediente en la cocina, todos sabemos las precauciones que debes tener, una de ellas es su conservación y otra, ¡no echar demasiada!.

En cualquiera de los dos, podemos estropear todo el trabajo de horas.

En sus usos como limpieza, por lo novedoso, igual no las conoces, te las contamos, para que tengas en cuenta antes de utilizarla.

Cuidado con las superficies sensibles

Evita usar sal en superficies delicadas, o fácilmente rayables, como acero inoxidable pulido, mármol, vidrio, y cerámica.

La sal puede resultar abrasiva y dañar estos materiales, mejor, piensa en métodos de limpieza más suaves y específicos para ellos.

Enjuaga muy bien después

Después de usar la sal para la limpieza, asegúrate de enjuagar bien las superficies, o los objetos, para eliminar cualquier residuo de sal. 

Cuidado con los objetos metálicos

No es que no la uses, sino que lo hagas con cuidado.

Es efectiva para eliminar manchas de objetos de metal, pero también puede acelerar el proceso de oxidación en hierro o cobre.

Si utilizas sal en estos casos, valora la posibilidad de añadir una capa protectora, como aceite mineral, para evitar la corrosión.

Si no estás seguro, no mezcles 

Evita mezclar sal con productos químicos de limpieza sin conocer las posibles reacciones. 

Algunos pueden hacerlo de manera peligrosa con la sal y liberar gases tóxicos. 

Siempre sigue las instrucciones del producto de limpieza y lee las etiquetas de advertencia.

Tu piel, lo primero

Utiliza guantes de protección, y asegúrate de no tocar la sal directamente si hay posibilidad de que te cause alguna reacción

Revisa que no tengas cortes o pequeñas heridas, puede ser muy doloroso cuando entra sal u otro producto de limpieza, y lávate muy bien al finalizar.

 

Como ves, no solo es un ingrediente que da sabor a tus platos, sino que tienes un aliado para alejar manchas y olores de tu cocina y de tu ropa.

Demasiada sal en la cocina

La sal es un ingrediente fundamental en la cocina.

Potencia el sabor de tus guisos y, en muchos casos, consigues resultados sorprendentes para el resto de comensales.

Una incorrecta dosificación de la sal puede hacer que ese plato que llevas horas preparando no sirva para nada.

Aprender a dar con el punto justo de sal en cada plato es muy complicado, se consigue con la práctica, es importante saber qué hacer en caso de un exceso de las en tus guisos.

¿Por qué un exceso de sal te arruina un plato?

Demasiada sal cambia todo sabor de los platos, pasan de ser sabrosos y apetecibles a salados en exceso, incómodos al paladar y hasta incomibles.

Esta sensación radica en cómo funciona la sal cuando la pones en contacto con el resto de alimentos.

El toque justo de sal consigue aumentar el gusto y hacerlos más apetecibles en su conjunto.

Demasiada, por el contrario, apaga al resto de sabores, y rompe el equilibrio que has conseguido al elegirlos para tu guiso.

Desde ese momento, la sal toma un protagonismo en el plato que nunca debió tener, su sabor se superpone al resto que, sin remedio, quedan en segundo plano.

Un exceso de sal, además, tiene otro inconveniente, en ensaladas u otros platos fríos, afecta a su textura y a la sensación en el paladar al tomar el primer bocado.

La sal extrae el agua de los ingredientes, y hace que los vegetales pierdan su frescura y se vuelvan blandos.

Otra cosa muy a tener en cuenta, hay personas más sensibles al sabor de la sal que otras.

Ten mucho cuidado, debes conseguir un equilibrio adecuado para los comensales.

En caso de duda, siempre opta por añadir un poco menos de sal, es algo que se puede solucionar más fácilmente.

 Aprende a medir la sal en tus platos

La sal, en la cocina, es una especie de condimento mágico y, como, tal debes usarlo con precaución

Una buena dosificación marca la diferencia entre una delicia de comida a un desastre de velada.

Lo mejor, estos  7 consejos para evitar tener que recurrir a soluciones precipitadas y poco saludables, que quitan todo el encanto a la cena que habías pensado.

01.- Condimenta poco a poco

Mientras estás preparando el guiso comienza con cantidades pequeñas de sal, y vas agregando más, según incorporas ingredientes.

Siempre es más fácil corregir un defecto que un exceso de sal.

Recuerda que, al añadir otros ingredientes, ellos también aportan su propio sabor y, muchas veces, es suficiente.

Mejor así que no hacerlo al final, es como la sal se va absorbiendo poco a poco, se distribuye, y mezcla mejor, con el resto.

02.-Ve probando y ajustando 

Esencial.

Según el guiso va tomando forma, los sabores van cambiando, lo ideal es que, durante el proceso, vayas comprobando el resultado.

Tienes la mejor información mientras cocinas, si debes añadir un poco más o no, en este momento, lo puedes conocer de primera mano.

Es así como tienes el control total del sabor que vas a conseguir al final.

03.-Conoce bien el resto de ingredientes

Muchos ingredientes ya llevan sal de una manera natural, necesitan poco o, algunos, ninguna.

Como ejemplo de ellos, y que se suelen olvidar, son los caldos u otros productos ya preparados, que llevan una cantidad de sal suficiente en su producción, y no tenerlo en cuenta deriva en un plato demasiado salado.

Tenlo siempre en cuenta, lee las etiquetas antes de ponerte a sazonar.

7 trucos que rescatan un plato perdido

Más sal de la necesaria arruina el trabajo de cualquier cocinero, ya sea principiante o experimentado, sin olvidar el problema para la salud de muchas personas que deben controlar más la sal en sus comidas.

Como te decimos, es algo que le puede pasar a cualquiera, así que es bueno que tengas presente estos trucos que te solucionan algo que, sin ellos, terminaría en la basura.

01.-Añade ingredientes neutros

A un guiso salado, añade ingredientes que no aumentan el sabor, neutros, que no interfieran en el resultado final.

Las verduras están en este grupo, añadir en tu guiso alguna zanahoria, patata o calabacín ayuda a suavizar el sabor de ese plato pasado de sal.

Zanahorias y patatas para exceso de sal

02.-Aumenta la cantidad del resto

Otro truco muy socorrido es el de añadir un poco más del resto de los ingredientes que ya has utilizado en el guiso.

En caso de que dispongas de ellos, consigues paliar el fuerte sabor salado de una mala dosificación de sal en el cocinado.

Se trata de disminuir la proporción de sal al aumentar la del resto.

03.-Añade líquidos como caldo o agua

Una solución parecida a la anterior, para el caso, por ejemplo, de no tener más del resto de ingredientes, o no querer terminar con demasiada comida preparada, puedes añadir un poco más de agua, o del caldo que estés utilizando.

Es una manera de diluir el exceso de sal.

En cualquier caso siempre acuérdate, ya sea que añadas uno u otro, ir comprobando poco a poco, para evitar que te pases en el otro sentido y tengas un resultado soso e insípido.

04.-Añade líquidos como leche o crema

Una solución muy parecida a la anterior, en caso de estar cocinando platos que no deben quedar muy líquidos como una crema de verduras.

En lugar de agua, o caldo, opta por leche o por aumentar la cantidad de verduras de la crema.

Además de suavizar el sabor salado, mantiene la textura cremosa que pierdes si añades, en este caso, agua o caldo

05.-Contrarresta con un sabor dulce…

Ataca con el sabor opuesto.

Una pequeña cantidad de azúcar, o miel, contrarresta la salinidad excesiva, y equilibra los sabores.

Como en los demás casos, ve añadiendo poco a poco y probando hasta que el sabor sea agradable, y no priorice tampoco el dulzor de los nuevos ingredientes.

06.-… o con uno ácido

Un toque de acidez, como unas gotas de jugo de limón o vinagre, aleja la sensación salada del paladar, y dan un toque fresco al guiso.

Con mucho cuidado, son muy fuertes y te arriesgas a que cambie el sabor que quieres alcanzar.

07.-Apóyate en una guarnición

Prepara un pequeño acompañamiento, de un sabor suave, y sin sal en este caso, como arroz cocido, tortitas de pan, o alguna verdura.

Consigues que, al tomar este ingrediente junto con el plato con exceso de sal, se equilibre el sabor final que siente el comensal.

 

La sal es un condimento poderoso que puede realzar el sabor de los alimentos, pero en exceso lleva al traste todo el trabajo que te ha llevado cocinarlo

Es vital usar la sal con moderación y probar la comida en cada fase de cocinado, para saber cuándo debes parar o continuar añadiendo.

La sal es un condimento muy conocido en la cocina y, como ves, es muy peligroso, pero no solo tiene este uso, y en Sal Roca trabajamos la sal para todos ellos.

Puede conocer los diferentes empleos de la sal, y consultarnos cualquier duda sobre ella, estaremos encantados de ayudarte y aconsejarte.

Importancia de la conservación de la sal en la cocina

La sal es ese mineral natural que podemos encontrar tanto en la tierra como en el mar y tiene gran cantidad de usos, siendo el más conocido el de condimento culinario.

Aunque en Sal Roca trabajamos la sal en muy diferentes usos, este es el más habitual, o por lo menos el que, quien más quien menos, ha utilizado alguna vez.

Contar con sal en la cocina es una apuesta segura para resaltar el gusto de los alimentos, y dar a esos platos tan especiales un toque singular.

La sal, no por ser tan sencilla de mantener, no exige unos cuidados para preservar sus características, y es mejor conocerlos para disfrutar de sus propiedades durante más tiempo.

¿Por qué es importante cuidar la sal?

El cuidado de la sal de cocina es esencial, piensa que es un ingrediente que vas a utilizar en tus platos y, al igual que ensalza y potencia su sabor y mejora gran parte de los guisos, si no está en buen estado, puede estropearlo.

Una vez que has terminado de cocinar, pruebas un plato que te ha tenido durante horas en la cocina, entonces, te das cuenta de que algo ha pasado y que el resultado no es el que esperabas.

Exponer la sal a unas condiciones ambientales inadecuadas o ponerla en contacto con otro condimento, provoca unos cambios en su textura y en su sabor, que hacen que todo tu trabajo en la cocina se vea perjudicado.

Algo que puedes evitar con unos cuidados muy sencillos y al alcance de la mano.

Estos son nuestros consejos para que el resultado de tus guisos no te sorprenda.

Consejos básicos para conservar la sal de cocina

Podemos decir que la sal es un condimento “todo terreno”, tan fácil de utilizar como de guardar en tu cocina, lo que no quita que necesite unos cuidados básicos que no disminuyan sus propiedades

Te dejamos las recomendaciones que no debes olvidar para mantenerla como el primer día.

Evitar la humedad

La humedad es el principal enemigo de la sal, y hace que no puedas utilizarla.

No hay duda y su aspecto lo confirma, cambia totalmente, deja de ser ese conjunto de diminutos granos independientes y sueltos, para pasar a un producto apelmazado que nada tiene que ver.

Es importante alejar a la sal de tu cocina de la humedad, así evitas que un día te la encuentres en ese estado y resulte imposible de utilizar.

Solo, sigue estas rutinas muy sencillas que lo evitan por completo.

Guarda la sal en un lugar seco.

Emplea envases con cierre hermético o saleros con cierre ajustado.

En caso de tenerla en un recipiente abierto porque la estás utilizando, no la dejes cerca, ya no de agua, sino de un ambiente húmedo, como puede ser un hervidor, la sal consigue absorber el agua del vapor sin que te des cuenta

Lo mejor es utilizarla y, cuando termines, cerrar el recipiente que la contiene.

Emplea envases adecuados

Los envases de vidrio con tapa hermética son perfectos para conservar la sal.

Si usas envases de plástico, asegúrate de que sean de calidad suficiente para mantener alimentos en tu interior por algún tiempo.

Los saleros tradicionales, con pequeños agujeros en la parte superior, son prácticos, pero es fundamental asegurarse de que cierren bien, para evitar que se contaminen.

No la mezcles con otros ingredientes

La sal debe mantenerse alejada de otros condimentos o ingredientes para evitar que se mezclen los sabores e, incluso, tome su olor.

En esos casos, cada vez que la utilices, añade al plato un gusto con el que no contabas y que le afecta por completo, y un olor que en muchos casos llega a ser muy desagradable.

Cuidado de la sal en la cocina

¿Qué sucede si descuidas la conservación de la sal?

Preservar la sal de un ambiente contaminante es esencial para mantenerla en su estado óptimo..

Es un ingrediente de tan sencillo uso que da una confianza de que no le puede pasar nada, y descuidas los cuidados que necesita, que son pocos, pero imprescindibles.

Las consecuencias perjudican al plato que has preparado, y puede que no haya solución y te veas en la obligación de tirarlo.

Cambia su textura

Lo primero que notas de una sal que no se ha conservado convenientemente es su aspecto exterior.

Pasa de ser ese conjunto de granos sueltos a una masa apelmazada muy difícil de aplicar en tus platos.

Puede ser que la sal esté en buen estado, y que no perjudique sus propiedades, pero su manejo se dificulta bastante, y es complicado que añadas la cantidad adecuada.

Así, en definitiva, no es sencillo calcular la cantidad de sal que necesita tu plato.

Altera su sabor

Estar en contacto con otros ingredientes provoca que se altere su sabor

También ocurre si se guarda en envases poco adecuados, o no lo suficientemente limpios, y que pueden mantener olores y sabores de los que los ocupaban anteriormente.

Todo afecta al sabor de los platos, pero, incluso, puede ser perjudicial para tu salud en casos extremos en los que el contacto es con sustancias dañinas y peligrosas.

Pierde sus propiedades 

Una mala conservación de la sal no afecta a sus características de manera individual, pero sí en su conjunto.

No es como otros ingredientes que pierden propiedades, si no se mantienen, o si se tardan mucho en consumir, sino que adquiere el sabor y olor del resto.

En definitiva, la sal es un ingrediente que se estropea no por perder sus propiedades, sino por adquirir las impurezas de otros.

Duración de la sal, ¿caduca? ¿cuándo reemplazarla?

La sal debe tener en su envase comercial una fecha de consumo preferente, no es necesario una fecha de caducidad porque es un condimento que no caduca.

Siempre que esté en buenas condiciones, como acabas de ver, cuidada, y se proteja de un ambiente agresivo, el uso de la sal es ilimitado en el tiempo.

Tienes la seguridad de que no ha perdido propiedades y que está como el día en que la sacaste de su envase, por mucho que pase.

Solo en caso de que notes una textura extraña, por un sabor o, sobre todo, por lo llamativo, un olor diferente, es cuando debes deshacerte de ella.

Entonces es que ha sufrido una contaminación de otro ingrediente, y ya no va a darte un buen resultado.

La sal se emplea como conservante, lo que dice mucho de sus propiedades y de cuánto pueden durar.

 

Un ingrediente muy sencillo de utilizar que no necesita de demasiados cuidados para mantenerse en perfecto estado.

En Sal Roca contamos con gran cantidad y variedad de sal de cocina, incluidas sales gourmet para que puedas dar a tus platos todo el sabor que merecen.

Pásate por nuestra web y para cualquier duda, no dudes en consultarnos.